El miedo a los demás es otro más de esos miedos tan absurdos a la par que poderosos sobre los resultados de nuestra vida y sobre todo de nuestra empresa. Este miedo nos paraliza a la hora de realizar las ventas, que es uno de los puntos más importantes en nuestro éxito como empresarias. Aprende en este artículo unos tips para perderle el miedo a los demás, y así poder realizar tus ventas y hacer muchísimas relaciones.
Ser consciente de tus carencias y virtudes.
Conocer tus puntos débiles y fuertes te puede ayudar en tu trato con los demás.
Mostrar y potenciar los puntos fuertes, disimular y entrenar los débiles incluso sacar partido de ellos, es una gran estrategia para conseguir atraer a las personas de manera positiva.
Si no lo tienes claro tómate tu tiempo para detectar tus virtudes y carencias, puedes consultar con amigos, familiares o gente que te conozca bien, para que te ayuden a averiguarlo.
Crea relaciones
No hay mejor manera para superar un miedo que enfrentarte a él, no te digo que lo hagas de golpe, sino gradualmente. Aprovecha las redes sociales de internet, queda con gente, primero con grupos pequeños y poco a poco ve aumentando.
Publica artículos sobre la temática de tu empresa, artículos que ofrezcan información, esto provoca darte un reconocimiento y que la gente se vuelva loca por acercarse a ti.
Las opiniones de los demás
Leyendo el libro de la ley de Murphy, vi un párrafo muy chistoso, pero muy interesante a la hora de perder el miedo a los demás. Decía: “No se preocupe por lo que los demás piensen de usted, están demasiado ocupados, preguntándose por lo que usted pensará de ellos”.
Las opiniones son sólo eso, opiniones, y estas nunca son la realidad. De hecho no todas las personas opinan igual. Acércate a las personas a las que les gustas y aumenta tus contactos a través de ellas.
Además también puedes utilizar las opiniones negativas, para adaptar y mejorar tus productos o servicios. Pierde el miedo a las opiniones negativas sacándoles provecho.
¿Qué es lo peor que puede pasar?
¿Que podría pasar si hubiera gente que pensara mal de ti? Efectivamente, no pasaría nada. Siempre va a haber gente a la que no le guste lo que hagas, eso es inevitable, así que tu trabajo consistirá en buscar a las personas a las que sí les guste.
Incluso ya hoy en día, habrá mucha gente a la que no le guste lo que hagas, por lo menos que sea haciendo lo que tú quieres.
La fobia a la gente, MÁS QUE PONERSE ROJO
La timidez es un rasgo que identifica a algunas personas con las que convivimos, pero si esta actitud incapacita a un individuo para relacionarse con la sociedad es muy probable que padezca fobia social, conducta que es considerada una enfermedad que pertenece a los trastornos de ansiedad.
Seguramente usted conoce o ha conocido a alguien que esquiva la mirada o extiende la mano con temor al momento de presentarlo a otra persona; no será difícil que haya presenciado la manera como se ruboriza un sujeto ante la broma de un grupo de amigos, o bien, tiene la referencia sobre un individuo "raro" que no se acopla a un grupo laboral o académico y que, en forma permanente, se encuentra aislado.
Las causas de esta conducta, identificada como fobia social, no son tan claras como quisieran los estudiosos del comportamiento humano. Atención aparte merece el entorno social en el que se desarrolla la persona que padece el problema y, fundamentalmente, el aprendizaje de habilidades expresivas y de trato que se hayan adquirido al interior del núcleo familiar, el cual, muchas veces, responde a modelos imperfectos. Así ocurre por la actitud de padres autoritarios, sobreprotectores, o bien, tímidos y con pocas relaciones sociales.
En la práctica, la persona que padece fobia social puede ser identificada porque:
•Tiene preocupación por llegar a ser el centro de atención cada vez que se encuentra con alguien, así como miedo a ser observado.
•Teme ser presentado a otra persona, así como comer o beber en público.
•Se le dificulta en extremo hacer una presentación laboral o académica, y tiene aversión a realizar gestiones administrativas y llamadas telefónicas.
•Se rehúsa a hacer una reclamación, incluso si tiene la razón y el derecho de hacerlo.
•Siente que las fiestas y reuniones son una pesadilla, de tal modo que tiende a colocarse cerca de la puerta o encargarse de discretas tareas que le permitan huir de la situación.
•Cree que todos lo miran y emiten comentarios adversos sobre su persona, lo cual fortifica la creencia de que sus opiniones son consideradas ridículas, pobres o inadecuadas.
Solución:
Los padres y maestros tienen una responsabilidad fundamental para detectar tempranamente si un niño padece fobia social, pues será evidente que su comportamiento tendrá una carga de ansiedad y timidez extrema al relacionarse con un adulto y en aquellos momentos en que participe en actividades colectivas con personas de su misma edad. Ante ello, se deberá entender que el pequeño no puede controlar lo que le ocurre y que, lejos de gritos o severas llamadas de atención, requerirá de la comprensión de sus seres queridos, lo cual será el primer paso hacia su recuperación. Sea como sea, y a pesar de que un individuo haya llegado a la adolescencia o edad adulta con esta alteración de la personalidad, existe manera de ayudarlo.
Ademas se recomienda la realización de actividades sociales de todo tipo, tales como pertenecer a un equipo de futbol, asistir a lugares concurridos en compañía de una persona de confianza, ser miembro de un club de campismo, así como voluntario en un asilo o centro de salud (lo que permitirá estar en contacto con gente desconocida todos los días).
Escrito por:
Ana Zabaleta & Fernando González G.
http://www.coachdelaempresaria.com/ &
http://www.innatia.com/s/c-coaching/a-como-perder-el-miedo-a.html
http://www.saludymedicinas.com.mx/nota.asp?id=1150
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