Considerada el azote psicológico de nuestra época, la ansiedad es un estado de agitación y decaimiento del ánimo, pero, ¿es un enemiga a la cual debemos combatir? Los expertos opinan que quizá sería mejor preguntarse cuál es su origen y qué mensaje nos envía.
Normalmente, la ansiedad se dispara como una reacción instintiva del organismo frente a una amenaza, pero cuando esta alarma continúa tras los hechos que la ocasionaron y se instaura en nosotros se le considera patológica o enfermiza, por lo que es necesario recurrir a un profesional de la salud mental, ya sea psicólogo o psiquiatra.
Si llegamos a sentir que dicho trastorno nos devora es porque afrontamos la vida con miedo y angustia, por ejemplo, se teme a la soledad, desamor, perder lo que tenemos, morir, enfermar y sufrir. ¿En estos casos, quién procura ayudarnos?, primero los familiares, seguidos de los amigos verdaderos pero, finalmente, hay que considerar que el principal apoyo se encuentra en nosotros mismos, pues sin ello resulta inútil cualquier tipo de tratamiento o terapia.
Es importante saber que un trastorno de este tipo puede ocasionar que uno se sienta ansioso casi todo el tiempo sin causa aparente, y que dicho estado sea tan incómodo que nos impida, inclusive, seguir con nuestras actividades diarias. Además, puede experimentarse preocupación y tensión crónicas, lo cual nos lleva a anticipar desastres en torno a cuestiones de salud, dinero, familia o trabajo.
Asimismo, quienes padecen ansiedad frecuentemente tienen dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormidos, presentan temblor corporal, tristeza, rigidez muscular, debilidad, cansancio, dificultad para concentrarse, dolor de cabeza, irritabilidad, ataques de pánico, agresividad, transpiración excesiva, mareos, náuseas y sensación de tener un "nudo" en la garganta.
De dónde viene
El origen del malestar normalmente se relaciona con tener pensamientos negativos, obsesiones, creencias equivocadas, sentimientos reprimidos y prejuicios. Hay teorías que lo asocian a modificaciones en neurotransmisores (sustancias que se liberan para producir actividad en diversos nervios), como noradrenalina (hormona que eleva la presión arterial) o serotonina (desarrolla importante papel en el humor y regula el sueño, actividad sexual, apetito y temperatura).
Diversos experimentos practicados en animales demuestran que la estimulación de áreas cerebrales concretas como el locus coeruleus (donde se encuentran células nerviosas que utilizan la noradrenalina), provoca sensación similar al miedo, en tanto que su extirpación impide la aparición de esta reacción. Por otra parte, la serotonina actúa en hipotálamo (glándula que regula múltiples funciones del organismo) y corteza del cerebro humano equilibrando los niveles de ansiedad, por ello cuando su producción se altera puede desencadenarse el malestar.
Dicho trastorno no tiene porque satanizarse, pues cuando no es ocasionado por alteración en neurotransmisores actúa como una amiga que nos informa que necesitamos transformar nuestra vida tirando al "bote de basura" ideas preconcebidas, pensamientos negativos y prejuicios que disminuyen nuestra energía y la capacidad de descubrir nuevos horizontes.
Normalmente, la ansiedad se dispara como una reacción instintiva del organismo frente a una amenaza, pero cuando esta alarma continúa tras los hechos que la ocasionaron y se instaura en nosotros se le considera patológica o enfermiza, por lo que es necesario recurrir a un profesional de la salud mental, ya sea psicólogo o psiquiatra.
Si llegamos a sentir que dicho trastorno nos devora es porque afrontamos la vida con miedo y angustia, por ejemplo, se teme a la soledad, desamor, perder lo que tenemos, morir, enfermar y sufrir. ¿En estos casos, quién procura ayudarnos?, primero los familiares, seguidos de los amigos verdaderos pero, finalmente, hay que considerar que el principal apoyo se encuentra en nosotros mismos, pues sin ello resulta inútil cualquier tipo de tratamiento o terapia.
Es importante saber que un trastorno de este tipo puede ocasionar que uno se sienta ansioso casi todo el tiempo sin causa aparente, y que dicho estado sea tan incómodo que nos impida, inclusive, seguir con nuestras actividades diarias. Además, puede experimentarse preocupación y tensión crónicas, lo cual nos lleva a anticipar desastres en torno a cuestiones de salud, dinero, familia o trabajo.
Asimismo, quienes padecen ansiedad frecuentemente tienen dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormidos, presentan temblor corporal, tristeza, rigidez muscular, debilidad, cansancio, dificultad para concentrarse, dolor de cabeza, irritabilidad, ataques de pánico, agresividad, transpiración excesiva, mareos, náuseas y sensación de tener un "nudo" en la garganta.
De dónde viene
El origen del malestar normalmente se relaciona con tener pensamientos negativos, obsesiones, creencias equivocadas, sentimientos reprimidos y prejuicios. Hay teorías que lo asocian a modificaciones en neurotransmisores (sustancias que se liberan para producir actividad en diversos nervios), como noradrenalina (hormona que eleva la presión arterial) o serotonina (desarrolla importante papel en el humor y regula el sueño, actividad sexual, apetito y temperatura).
Diversos experimentos practicados en animales demuestran que la estimulación de áreas cerebrales concretas como el locus coeruleus (donde se encuentran células nerviosas que utilizan la noradrenalina), provoca sensación similar al miedo, en tanto que su extirpación impide la aparición de esta reacción. Por otra parte, la serotonina actúa en hipotálamo (glándula que regula múltiples funciones del organismo) y corteza del cerebro humano equilibrando los niveles de ansiedad, por ello cuando su producción se altera puede desencadenarse el malestar.
Dicho trastorno no tiene porque satanizarse, pues cuando no es ocasionado por alteración en neurotransmisores actúa como una amiga que nos informa que necesitamos transformar nuestra vida tirando al "bote de basura" ideas preconcebidas, pensamientos negativos y prejuicios que disminuyen nuestra energía y la capacidad de descubrir nuevos horizontes.
¿Qué se puede hacer?
Cuando los niveles de ansiedad son muy elevados, se requerirá de la ayuda de un especialista para lograr modificar nuestra vida; también resulta de gran utilidad la práctica de ejercicio físico, meditación o yoga. Asimismo, debe procurarse que la dieta incluya calcio, fósforo, magnesio y potasio, ya que estos elementos mejoran los estados de angustia y estrés; de manera natural se encuentran en aguacate, brócoli, plátano, levadura de cerveza, arroz integral, vegetales de hoja verde, productos de soya, pescado (salmón), cereales de grano entero y yogurt.
Por otra parte, es importante saber cuáles son las trampas que nos pueden hacer caer en un estado de ansiedad, pues ello nos permitirá percatarnos de las actitudes nocivas que podamos presentar en algún momento:
•Dejarnos cegar por la indiferencia o miedo a lo desconocido.
•Estar dominados por la necesidad de "orden", tanto en las situaciones diarias, insignificantes y decisivas.
•Tener la convicción de que nuestras creencias son las únicas válidas restringe nuestra visión del mundo y la capacidad de madurar.
•No sentirnos nunca satisfechos y querer poseer mayor cantidad de bienes materiales o poder.
•Deseo de estar siempre guapos y perfectos según los cánones de la estética y de la moda, ya que algunas personas tienen la necesidad de ser admiradas, lo que con el tiempo origina temor a la traición o abandono.
Tome en cuenta que es indispensable que el paciente con ansiedad entienda el padecimiento y acepte que lo tiene, ello le permitirá buscar ayuda profesional, adquirir confianza en sí mismo y lograr que las terapias y tratamiento sean más eficaces
Escrito por:
Lorena Rodriguez
Gracias a:
http://www.saludymedicinas.com.mx/articulos/316/no-se-angustie-la-ansiedad-tiene-remedio/1
2 comentarios:
Yo tengo, creo, siempre tengo nauseas y vivo en un entorno horrible, llevo dos días sin apenas comer nada, odio a casi todas las personas que me rodean, y creo que tengo una depresión, no quiero estar con mis amigas, finjo estar bien, pero creo que no podre aguantarlo más, me enfado hasta por las más tontas cosas, y ahora mismo tengo ganas de llorar, ¡¡Ayuda!!
Me parece que estas bajo altos niveles de estress, aunque tu situacion sea dificil se buena con tus amigas, si ellas finalmente se alejan de ti por siempre, solo te sentiras aun peor, puedes buscar por mientras pasatiempos sanos, relajate y trata de ser feliz con las cosas sencillas de la vida!
Um un consejo significativo es buscar aDios, el siempre da buenas respuestas.
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